¿Sabéis lo que son las bambollas? Si no o sabéis no os asustéis, es un invento Valenciano para decir «ampollas», y son las protagonistas del camino. Todos andando cojos buscando un poco de sombra para poder mirar los pies y decir «¡¡AU!!». Es la triste serenata del camino, da igual quien seas. Afortunadamente no tengo ninguna, al menos de momento. Eso si, la pierna izquierda la tengo «tocada», y la espalda otro poco (esto gracias a alguien que llevaba 13 kilos en su mochila y tonto de mi me ofrecí a ayudar… ya os hablaré de ella…). Pero de momento no me quenjo demasiado, parece qeu aguanto. Ahora estamos en La Rioja, con todo el vino que os podáis imaginar, aunque no bebemos demasiado, solo de vez en cuando. Últimamente mucha gente que hacía conmigo el camino se ha adelantado o retrasado, incluso un par de abandonos. Ha sido una pena, pero es lo que hay. De todas maneras en Burgos parece que nos reagrupamos, excepto las chicas de los 13 kilos, que parece que se van a saltar el trozo castellano.
Si hay algo imprescindible en el camino son 2 cosas: una sonrisa y una buena crema de pies. Las dos cosas te abren puertas. Los albergues pueden ser maravillosos, pero a veces te encuentras a gente que estropea la noche. Sin ir mas lejos, ayer me tocó conocer que tal se duerme en el comedor, gracias a dos maestros de los ronquidos. Podría haberles sacado de la habitación de muy malas maneras, pero la pareja de al lado estabapracticando… como decirlo… lo que no deberían en una habitación de 16. Así qeu me fui yo y pude escuchar a los «sin techo» del albergue de enfrente, y como la policía les detenía.
Por cierto, los paisajes son una maravilla, y las chicas…. (habrá que esperar al siguiente post) :P
Cuidaro.
PD- Llego a la boda, en serio, o eso creo.