Comebaterías

Hace poco recibí una invitación para instalarme el Whatsapp, la aplicación de moda para el telf. La idea es sencilla: un messenger para el móvil, pero sin pagar por mensaje (los que tengan tarifa de datos o wifi). Después de instalarlo, mas por curiosidad que otra cosa, me doy cuenta de algunos detalles que no vienen en ningún sitio:

1º No se puede apagar. Si, tal y como lo leéis, no puedes apagarlo, siempre está encendido, es como el si Messenger de MSN nunca se apagara, o el Skype. Puedes decir que estás ocupado, pero no que no estás.

2º Siempre intenta encontrar una wifi. Dado que el objetivo es que no estés desconectado nunca, siempre busca conexión. ¿En que se traduce esto? En que te come la batería del teléfono en un día.

3º Da de alta todos los usuarios que encuentre por defecto. Cuando lo instalas, busca entre todos tus contactos para ver quien lo tiene instalado y te los añade por defecto. Da igual lo que digas, ya está añadido. Luego ponte a cancelarlos uno a uno.

4º Te manda un mensaje por cada comentario. Supongamos que no estás conectado, pero tienes el 3G encendido. En cuanto alguien escriba algo, te llega con formato mensaje, un mensaje por cada comentario. Multiplica esto por todos los contactos que tengas y que estén aburridos, ruido sin parar.

5º No te deja controlar o cuantificar los datos que usa para la conexión. Si no tienes tarifa plana, es como si estuvieras en una rifa, no sabes que esperarte.

Al final lo he desinstalado, no creo que le pudiera dar mucho uso, salvo el de acabar con el teléfono. Eso si, para todos los contactos que algún día me vieron conectado yo sigo allí, conectado,porque al desinstalarlo no das de baja el servicio, y la aplicación lanza el mensaje de que sigues online. Luego me he encontrado que alguno lleva tiempo esperando mi respuesta. Que se la pidan al Whatsapp.

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A contracorriente

Whatsapp: el comebaterías

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