Leyendo un artículo de Escolar, que no comparto en los detalles, he recordado un «poema» de Martin Niemöller que seguramente todos habéis oido alguna vez:

«Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.»

No es difícil de entender el significado, pero tiene mucho mas sentido conociendo algo mas de su vida: Militar alemán durante la Primera Guerra Mundial, se pasó a ser pastor de una iglesia protestante, desde la cual siguió defendiendo una visión muy patriótica del mundo. Aplaudió la llegada al poder de los nazis, miró a otro lado en gran parte de las políticas que llevaban a personas a campos de concentración y, sólo cuando empezaron a inmiscuirse en sus problemas, al perseguir a judíos conversos que se habían hecho de su iglesia, impidiéndoles dar homilia, sólo entonces, entendió que ya era tarde. Unos cuantos años en un campo de concentración le hicieron conocer otro mundo, y salió con un mensaje nuevo y diferente.

Unos y otros reclaman su figura, como siempre, pero el fondo está muy claro. Él tuvo que aprender sufriéndolo en primera persona, ¿necesitaremos lo mismo el resto?

Pensando en alto

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